Chile: 32 mineros siguen atrapados en la mina, a dos años del rescate

De los 33 mineros, sólo el evangélico José Henríquez ha superado el trauma de los 69 días atrapados en la mina de San José en Atacama, Chile, en 2010. Este se cumplió el segundo aniversario del rescate.

El 5 de agosto del 2010, un deslizamiento de tierra provocó que quedaran atrapados los mineros en una mina donde permanecieron durante 69 días. La operación para rescatar a los mineros fue transmitido en vivo en todo el mundo y tomó cerca de 22 horas. Individualmente, cada uno fue traído a la superficie por una “cápsula” a través de un túnel de más de 600 metros de profundidad y que mide sólo 60 cm de ancho.

Los protagonistas de la tragedia que conmocionó al mundo, todavía están luchando para superar el trauma. La mayoría regresó a trabajar, pero casi todos aún tienen secuelas graves. El único minero que ha superado el trauma en la mina es José Henríquez, el único evangélico entre los 33 y que se convirtió en su guía espiritual mientras estuvo en la mina durante 69 días.

Trauma no superado
Y es que la mayoría de los mineros no se consideran recuperados. Víctor Segovia, por ejemplo, admite que todavía está bajo tratamiento psicológico y tomando medicamentos. Otro, Edison Peña, ha sido internado en un centro de rehabilitación, para superar la adicción a las drogas y el alcohol.

Por su parte el minero Pablo Rojas, explica que la fama no le ha dado nada a sus vidas. “Después de un año de viaje, premios, entrevistas, todos teníamos que volver a la realidad. Casi todos fueron dados de alta y tuvimos que volver a la realidad”, admite.

“Milagro en la mina”
El año pasado Editorial Vida Zondervan, relató la historia de los 33 mineros desde la perspectiva espiritual y contada por José Henríquez. El título de libro, publicado en español e inglés, es “Milagro en la Mina”.

“Nunca pensé que predicaría en una mina. Dios hizo esto por mí porque así es como él nos rescata para darnos nuevas oportunidades”, explica en el libro Henríquez, experto tornero y maquinista. “Dios merece todo el crédito por salvarnos. Él nos mantuvo bien en el refugio”, afirma.

Esa misma fe le ha ayudado a superar lo ocurrido, un mensaje y ejemplo que no ha alcanzado al resto de los mineros que quedaron atrapados con él.